Ya está aquí: Septiembre.
Le abro la puerta con la sensación de no haber aprovechado los meses de verano al máximo, pero en realidad, han sido muchos y muy buenos los momentos que pasamos.
Me pregunto qué pasará este nuevo curso…
Si llegará la oportunidad laboral que llevo tanto tiempo esperando, si conseguiré alcanzar las metas propuestas, si podré ir a Londres antes de Navidad, si mi nevera seguirá llenándose con verdura y fruta y mis recetas contendrán menos grasa y menos azúcar añadido. Si conseguiré salir a pasear a diario o hacer deporte en condiciones y es que sí fuí capaz de hacerlo: un año de patinaje, 2 años de natación, pero, ¿y las ganas, esas dónde se entrenan? ¿Por qué cuando llega septiembre, con las pilas cargadas, me propongo mejorar y voy a medio gas, antes de que acabe el año?
Septiembre, es el mes de las despedidas y de los reencuentros, es mirar dentro de uno mismo y darse cuenta que todo, depende de la forma en la que tú quieras verlo, de la ilusión y la fuerza de voluntad que le pongas a lo que hagas. Unos te dirán que gestiones bien el tiempo y los recursos, que todo no se puede, otros, estarán ahí, observando y si lo consigues te dirán que confiaban en tí y en que lo lograrías. Pero, habrá otros, sin duda los mejores, que te acompañarán en el camino, sin juzgarte.
Atrás quedó enero de 2015, mes en el que decidí recuperar las riendas de mi alimentación y febrero, mes en el que volví a trabajar después de 2 añ
os en paro. Llevo mucho terreno ganado, sobre todo en salud, atrás quiero mirar el próximo verano y felicitarme por lograr objetivos, ya no serán 6 meses, tengo todo un año por delante. ¡Vamos allá!
Dejar una contestacion